El trabajo en equipo tiene muchas ventajas como la estimulación y la motivación cuando todos los participantes se sienten parte de él. Cada vez se fomenta más porque permite abordar más perspectivas en menos tiempo si el grupo trabaja de forma eficiente.
En definitiva, el trabajo de un conjunto es más completo que el trabajo individual. Eso sí, no en todas las ocasiones y no si no hace correctamente. Para ello, existen diferentes estrategias para alcanzar un trabajo de equipo eficaz, en el que todos los miembros se sientan parte y desarrollen sus habilidades y capacidades para obtener mejores resultados que de forma individual. En este post vamos a explorar algunos de los pasos que se pueden seguir en una empresa y en cualquier organización para potenciar el trabajo en equipo:
1. Comunicación
Comenzamos por el que probablemente sea el factor más importante: la comunicación. Que los miembros del grupo pongan en común sus ideas y sus avances es fundamental para que este modo de trabajo funcione. Sin comunicación no hay trabajo en equipo.
Eso sí, esto no quiere decir que toda la información deba ser transmitida a todos los miembros, pero sí la que los involucra y que les dará más herramientas para tomar decisiones acertadas. La información es poder y debe ser interna (dentro del equipo) y externa (con otros equipos y departamentos y con otras escalas).
2. Espacios de reflexión
Muchas veces, la comunicación del día a día no es suficiente y conviene crear espacios de reflexión. Desde una reunión semanal, a un buzón de sugerencias o a unas encuestas de evaluación sobre los aspectos que se pueden mejorar en el grupo.
3. Afrontar los problemas
Estos espacios de reflexión son una buena manera de detectar posibles problemas en el grupo y resolverlos. Hay que tener en cuenta que en equipo heterogéneo se pueden dar muchas discrepancias, tanto laborales como personales, que no hay que desatender y dejar pasar, sino afrontar y solucionar.
4. Promover la responsabilidad y el compromiso mutuo
El sentido de la responsabilidad y el compromiso son dos valores muy importantes que se pueden trabajar en grupo. La responsabilidad se comparte, puesto que un problema de calidad o de tiempos afectará al resto del grupo. El compromiso con los otros se convierte en esencial en un buen grupo.
5. Reconocer los logros
La motivación y la implicación del grupo se reforzará con el reconocimiento de los logros de sus miembros. Un ejemplo es implantar una Kudo Box, una caja en la que los empleados miembros del mismo grupo pueden dejar una nota de agradecimiento para otro compañero.
6. Establecer metas
¿Cuál es el plazo? ¿Qué objetivos se persiguen? ¿Qué metas hay que tratar de alcanzar? El trabajo en equipo debe estar orientado hacia unos objetivos que sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un horizonte temporal; lo que se conoce como objetivos SMART.
7. Trabajar las habilidades blandas
Mucho se habla últimamente de las Soft Skills, que traducimos como habilidades blandas, es decir, unas habilidades interpersonales y sociales que no tienen nada que ver con los conocimientos técnicos. Incluso han llegado a llamarse Life Skills, puesto que se utilizan en todos los ámbitos de la vida, por supuesto, también en el ámbito laboral y en el contexto del grupo.
Son por ejemplo la comunicación, el autocontrol, el pensamiento analítico, la creatividad… Potenciarlas ayudará a mejorar la capacidad de trabajar en equipo de los integrantes de un grupo.
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