El posicionamiento desempeña un papel crucial en toda táctica empresarial. Gracias a los mapas podemos desarrollar nuestras estrategias y descubrir nuevos nichos de mercado para destacar entre la competencia. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber acerca de los mapas de posicionamiento.
¿Qué es un mapa de posicionamiento?
Un mapa de posicionamiento es una de las herramientas más utilizadas por las empresas para analizar el punto en el que se encuentra su marca, establecer una estrategia de posicionamiento, comprender el comportamiento de los consumidores, seguir las tendencias del mercado, identificar las brechas y descubrir nuevos nichos de mercado.
Consiste en un gráfico que muestra la conexión entre lo que una marca ofrece, su relación con el resto de los actores y lo que determinados sectores del mercado buscan.
El mapa incluye un análisis de lo que una empresa pretende ofrecer, lo que un mercado objetivo potencial necesita y cómo ese mercado objetivo percibe la marca como opción para satisfacer esas necesidades.
Visualmente se trata de un gráfico bidimensional con ejes horizontales y verticales que representan atributos. Los atributos pueden ser la calidad, el precio, la fiabilidad, las características, el rendimiento, la seguridad y cualquier otro criterio de comparación del posicionamiento que necesites analizar para trazar el posicionamiento.
Beneficios de los mapas de posicionamiento
Diseñar un mapa de posicionamiento para nuestro negocio reportará algunos de estos beneficios:
- Posibilidad de evaluar los puntos fuertes y débiles en relación con las marcas de la competencia, teniendo en cuenta determinados criterios que son importantes para los usuarios.
- Identificar las ventajas competitivas de la marca, ya que muestra la diferenciación entre productos en la mente del cliente.
- Descubrir nuevas oportunidades de mercado.
- Establecer la hoja de ruta para poner en marcha nuestra estrategia de posicionamiento.
- Esclarecer cuál es el mercado objetivo.
Cómo elaborar un mapa de posicionamiento para descubrir nuevos nichos de mercado
Definir el mercado objetivo
En primer lugar, necesitamos definir nuestro mercado objetivo para determinar los límites del mercado. Para ello, tenemos que analizar e identificar las necesidades de los clientes, elegir la región que se quiere estudiar y decidir si el seguimiento va a ser de un segmento de mercado específico o de todo el mercado.
Seleccionar los atributos
El siguiente paso consiste en seleccionar las características que quieres comparar. Por ejemplo: el precio de los productos, la funcionalidad, el rendimiento y el diseño. No obstante, puedes analizar todo aquello a lo que los usuarios le otorgan importancia y consideres fundamental.
Realizar una lista de productos y competidores del mercado
En tercer lugar, tendrás que investigar cómo se comparan los productos existentes en el mercado en función de los atributos que has elegido, identificar a los principales competidores anotando sus puntos fuertes y débiles, y establecer puntuaciones. Para facilitarte la labor puedes realizar encuestas a los clientes.
Trazar la posición de cada empresa en el mapa
Es el momento de diseñar el mapa. Dibuja los ejes horizontales y verticales que representan los atributos y establece el valor máximo y mínimo de los atributos en cada extremo de los ejes. A continuación, distribuye tu negocio y el de los competidores en el lugar que ocupan en el gráfico, según las puntuaciones que posee cada uno, para poder cuantificar el posicionamiento en el mercado en relación con el resto.
Una vez que hayas completado el mapa obtendrás una buena visualización de los datos para estimar la posición de tu empresa y las oportunidades del mercado objetivo. Es decir, el mercado que da la mejor coincidencia entre lo que tu negocio ofrece, lo que el cliente piensa que tu marca supone y lo que realmente necesita.
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