La ergonomía se encarga del estudio de las condiciones de adaptación de un lugar de trabajo. Y, sin duda, es fundamental en estos momentos en los que muchos hemos tenido que trasladar la oficina a casa de forma más o menos improvisada. Con el paso de los días, las molestias en la espalda y en el cuello pueden empezar a notarse, así que te damos una serie de consejos para adaptar de forma adecuada tu espacio de trabajo.
Además, puedes seguir una serie de consejos generales para afrontar el teletrabajo como establecer un horario laboral, seguir una rutina, hacer descansos o evitar distracciones. Y, por supuesto, contar con un entorno laboral tranquilo y adaptado. ¡Vamos a ver cómo conseguirlo!
1. Un espacio preparado
Escoge un espacio en casa donde puedas tener intimidad y puedas estar concentrado para trabajar y realizar videoconferencias. Lo ideal es que cuentes con luz natural, aunque si no es posible, no pasa nada por utilizar la artificial. Trata de encontrar un lugar de la casa donde la temperatura sea regulable para poder trabajar con cierto confort térmico.
2. ¿Cómo colocar adecuadamente el ordenador?
¿Cuentas con un ordenador de sobremesa o con un ordenador portátil? En el primer caso, será mucho más fácil. Solo tienes que asegurarte de que la pantalla queda a la altura de los ojos y tratar de distanciarte de ella, al menos, medio metro.
En el caso de que solo cuentes con un ordenador portátil hay que seguir una serie de indicaciones para que la espalda y el cuello no sufran. Ten en cuenta que estos útiles dispositivos portátiles no están diseñados para una jornada completa de trabajo. Eso sí, puedes adaptarlos muy fácilmente con la ayuda de un teclado y de un ratón independientes y de un elevador de pantalla (si no cuentas con uno puedes usar, por ejemplo, libros).
Las recomendaciones para la pantalla del portátil son las mismas que en los ordenadores de sobremesa: colocarla a la altura de los ojos y guardar una distancia de unos 50 cm.
3. Descansos habituales
Para evitar las lesiones cervicales, la fatiga visual y el dolor de cabeza son importantes también los descansos. Por ejemplo, puedes levantarte una vez cara hora durante unos cinco minutos para estirar un poco y descansar la vista. Esta práctica es muy importante en casa, sobre todo si no tenemos el espacio perfectamente habilitado, pero también en nuestro puesto de trabajo habitual.
4. La importancia de la mesa
Para teletrabajar durante una jornada laboral completa no servirá la mesa central y el sofá. De lo contrario, es muy probable que nos acabemos aquejando de molestias en la espalda, cuello y hombros. Si tienes una mesa de escritorio, perfecto, aunque una mesa de comedor también podrá servir. Lo importante es que sea un espacio amplio que te permita colocar todas tus cosas, así como apoyar los antebrazos y las manos. De lo contrario, se crea una postura forzada que también puede provocar dolores.
5. La silla adecuada
Las mejores sillas para trabajar son las de oficina, que normalmente tienen en cuenta la ergonomía y que se pueden regular en altura.
Si no has podido hacerte con una silla de oficina, puedes utilizar otra silla de casa que te permita mantener la espalda apoyada en el respaldo. Para ello, puedes ayudarte de un cojín o almohada. Sobre todo, hay que evitar los taburetes.
En cuanto a la posición de los pies, lo mejor es que llegues a apoyarlos completamente en el suelo. Si no tienes un reposapiés, puedes improvisar una estructura similar sirviéndote, por ejemplo, de una caja de zapatos.
Y hasta aquí nuestros 5 consejos para que puedas teletrabajar en un espacio lo mejor habilitado posible. Por supuesto, también te servirá si eres estudiante o si te estás preparando para uno de nuestros MBA o Máster, que al ser 100 % online requieren de un lugar de la casa bien habilitado.