La labor del coaching y el mentoring cobra cada vez más fuerza en el mundo de los recursos humanos y de los negocios, con el desarrollo del potencial de la labor del directivo. En este artículo estudiaremos estos dos perfiles profesionales con una definición y conoceremos sus principales diferencias.
En primer lugar, el coaching se define como el arte para hacer obtener a otra persona buenos resultados en la vida o en los negocios con el objetivo de que el cliente mejore su conocimiento, rendimiento y calidad de vida. De hecho, el término coach viene del mundo del deporte, en inglés significa entrenador y tiene esa connotación de guía.
En segundo lugar, el mentoring consiste en apoyar a los directivos para que gestionen su propio aprendizaje y busca maximizar sus competencias y rendimiento, intentando que sean los propios directivos los que localicen sus objetivos.
A simple vista los conceptos de coaching y mentoring son muy similares. Pero en este post vamos a hablar de las principales particularidades de estos dos perfiles profesiones y descubrir que aunque los dos están orientados al acompañamiento del directivo no tienen las mismas funciones.
1 La tarea y la relación
El coach focaliza mucho más en su formación en las tareas específicas mientras que el mentor se centra más en una relación con su cliente más general. El coach tiene una visión mucho mayor de los objetivos concretos de su cliente, mientras que el mentor hará más énfasis en conocer la personalidad del directivo para aplicar sus estrategias.
2 El profesional al cargo
El mentoring requiere un experto profesional cualificado con larga experiencia en puestos directivos y debe ser conocedor igualmente del sector de la salud. Por su parte, el coaching tiene que tener un elevado nivel de competencias técnicas, una visión estratégica del negocio y competencias como gestor de equipos y de talento.
3 Relación con el cliente
En el mentoring los encuentros pueden ser más informales, con reuniones más improvisadas si el directivo necesita resolver algún tipo de cuestión. De todas formas se establece una agenda para que el mentorado pueda ir adquiriendo las capacidades de alcanzar los objetivos que se ha propuesto, aunque es el mentor el que orienta sobre las metas.
Al contrario, en el coaching es el cliente el que establece las directivas mientras que la agenda se focaliza en alcanzar objetivos más específicos y habitualmente a corto y medio plazo. Los encuentros suelen estar más estructurados que en el mentoring, ya que se basan en objetivos más concretos e inmediatos.
4 Duración del acompañamiento
Como hemos indicado, en el coaching hay unos objetivos más claros basados en tareas por lo que su labor suele prolongarse durante unas sesiones al tratarse de un acercamiento más táctico. Por su parte, el mentoring está habitualmente más centrado en el largo plazo ya que su papel es más estratégico y de mayor profundidad en los temas y en el entorno general del directivo, más allá de las tareas concretas.
En cualquier caso, los profesionales en el coaching y en el mentoring necesitan una sólida base en conocimientos de recursos humanos. En este sentido, el Instituto Europeo de Posgrado ofrece una formación específica que ayuda a formar a estos perfiles profesionales, con la opción de la especialidad MBA de Dirección de Recursos Humanos y Desarrollo Digital de Talento o el máster en el mismo ámbito.