Un buen gestor de proyectos es el que realiza sus tareas alentando la proactividad y la creatividad entre sus equipos de trabajo. Deben ser profesionales con amplia formación –estudios universitarios, másteres o titulaciones técnicas específicas–capaces de no perder los objetivos generales para cumplirlos en los plazos requeridos, están atentos a los detalles, y alientan el trabajo individual bien hecho y dedicado. Se trata, pues, de personas comunicativas y confiables que se distinguen por su entusiasmo profesional, que tienen experiencia y que son expertos reconocidos en su campo.
Entre los requisitos requeridos para ser un buen gestor de proyectos, han de figurar:
– Capacidad para organizarse. Organizar un proyecto en todos los niveles y atender a las tareas particulares de cada uno de los miembros del equipo resulta básico. El gestor debe ser capaz de comprender el proyecto en su totalidad y en sus partes y saber desarrollar planes realistas.
– Buena formación académica. Un buen gestor que quiera capacitarse con una formación académica basada en la excelencia evaluará las opciones de un máster en Gestión de Proyectos online o un MBA específico.
– Excelente comunicación. Un gestor ha de ser un buen comunicador, algo que comparten todos los líderes empresariales. Saber comunicarse es hacerse entender por cada una de las personas del grupo de trabajo y hacerlo en su propio lenguaje, pero también ser capaz de comunicarse bien con clientes o con proveedores.
– La empatía. Un buen gestor de proyectos debe saber entender las motivaciones de cada uno de los miembros del equipo, entender de las consecuencias emocionales de las interacciones personales para adelantarse a los problemas y a los bloqueos recurrentes que surgen en el desarrollo de las tareas.
Un buen gestor de proyectos nace pero, sobre todo, se hace a sí mismo, con formación y, más tarde, con la experiencia.