La vuelta al trabajo y a los estudios siempre parece dura, pero con unos cuantos consejos se puede llevar mejor. El descontrol de los horarios y las comidas fuera de casa también complican la vuelta a la normalidad, pero, poco a poco y planificando unos días antes esa vuelta, todo será más sencillo.
Para muchos esto no supone mayor problema, pero para otros, marca el comienzo del conocido como síndrome o depresión postvacacional. Concretamente, según indica la empresa especializada en software de Recursos Humanos, Bizneo HR, la sufrirán casi el 38% de los trabajadores.
La desmotivación, la falta de energía, la apatía, la dificultad para concentrarse y la tristeza son los síntomas más habituales de este periodo, que supone una vuelta a las rutinas. Recuperar los hábitos anteriores se hace especialmente duro para algunos perfiles, como los que se enfrentan a un entorno de trabajo en el que no hay buenas relaciones. Y aunque esta melancolía vacacional no entiende de edades, los estudios apuntan a que este trastorno se presenta con más frecuencia en personas entre 30 y 45 años.
Si estás entre ese porcentaje o, simplemente, la vuelta a los estudios y al trabajo se te hace un poco cuesta arriba, desde nuestra escuela de negocios online IEP te damos 6 consejos para que la cuesta de septiembre se haga mucho más llevadera:
1. Planificar la vuelta
Si te vas de vacaciones, intenta volver unos días antes de empezar a trabajar o a estudiar. Planificar la vuelta y estar unos días previos en casa ayuda a volver poco a poco a nuestra rutina y horarios. De esta manera, la vuelta no resultará tan dura.
A veces intentar alargar las vacaciones hasta el último minuto supone empezar la jornada laboral sin descansar lo suficiente.
Y, además, si eso se combina con el estrés en el hogar puede resultar aún más difícil.
Otro consejo útil es evitar comenzar a trabajar un lunes y hacerlo un día diferente de la semana, ya que ello ayudará a que el impacto psicológico sea menor.
2. Positividad
Has disfrutado de unos días de vacaciones que te han servido para recargar pilas, llenarte de energía, estar con los tuyos y, en definitiva, desconectar. A veces, hace falta, precisamente eso, desconectar para después volver a conectar. Si lo haces de forma positiva y con la satisfacción de haber disfrutado de las vacaciones, también ayudará a facilitarte la vuelta.
3. Recuperar el ritmo de trabajo
No es necesario abarcar todo el trabajo o los estudios atrasados en un mismo día o en una misma semana. Por eso, intenta tomártelo con calma, planificar el trabajo y los días de estudio.
Tener una agenda con todo lo que debes llevar a cabo también es una idea para organizarte.
Será una forma de empezar poco a poco, sin agobios.
El trabajo saldrá igual o incluso mejor. De hecho, priorizar las tareas de manera progresiva también ayudará a evitar agobios o posibles ansiedades y generará una sensación de control que contribuirá a nuestro equilibrio.
También es importante que una vez incorporados al puesto de trabajo o a nuestra rutina de estudios, lo hagamos de manera gradual, ya que nuestro rendimiento irá aumentando poco a poco. Para impedir que nuestro estado anímico se resienta durante el regreso de las vacaciones es importante empezar sin prisas e ir aumentando el ritmo de trabajo paulatinamente.
4. Otras actividades
Cuando acabes tu jornada laboral o tu jornada de estudios, intenta no pensar en lo que tienes que hacer al día siguiente, qué tareas o llamadas tienes pendientes. Una buena idea para no pensar en lo bien que estabas de vacaciones o qué harás en los próximos días libres que tengas es dedicarte a otra actividad por la que sientas ilusión y motivación.
Realizarla te ayudará en tu día a día, y la rutina no se hará tan pesada, sino todo lo contrario: será interesante y motivadora.
El ejercicio, las actividades de ocio en el tiempo libre o las técnicas de relajación son algunas de las herramientas que pueden ayudarte a hacer menos cuesta arriba la vuelta a la rutina.
Todo ello, unido a una buena alimentación –también es importante ir recuperando los hábitos alimentarios- y a las horas de descanso necesarias conseguirán un buen estado de ánimo.
5. Marcarse nuevos objetivos
Fijarse nuevos objetivos, tanto personales como laborales, que sean realistas y a corto plazo, ayudará a afrontar mejor el día a día.
Una buena manera de hacerlo es deshacerse de lo que se considera que se ha convertido en innecesario para dejar de sentirnos insatisfechos, y decidir qué se quiere aprender o incorporar a nuestra vida. Hacerlo a corto plazo también nos ayudará en nuestra vuelta a la “normalidad”.
Puede ser el momento perfecto para iniciar una formación con la que mejorar tus habilidades laborales. Si trabajas o te resulta difícil acudir a clase, no dejes de explorar la posibilidad de estudiar un máster online o un MBA en una institución de calidad y prestigio como IEP.
6. No obsesionarse
Y, por el camino, sé paciente y no te obsesiones. Poco a poco el ritmo de la vida sin vacaciones volverá (según los expertos este decaimiento dura desde 2-3 días hasta 3 semanas en los casos más graves). Es importante tener paciencia, porque la tan conocida depresión postvacacional es algo pasajero que acabará desapareciendo. Darle la vuelta a nuestro día a día y disfrutarlo con actitud positiva y desde otro punto de vista hará que esos días también valgan la pena.
¡Ánimo para tu reincorporación!